El artículo inicial por Arthur Pink nos presenta la doctrina de mortificación. Le sigue John Flavel, explicando qué es y qué no es mortificación. Luego, Benjamin Needler nos enseña cómo buscar e identificar los deseos de la carne que nos son queridos. Los cristianos son los únicos que pueden realmente mortificar el pecado es el tema del artículo por Horatius Bonar. John Owen, escritor de un libro penetrante y provechoso sobre el tema, nos da directivas claras sobre cómo mortificar al pecado. David Martyn Lloyd-Jones nos muestra que no lo podemos lograr sin el poder del Espíritu Santo. Nuestra falta de atención a la mortificación acarrea muchos y grandes peligros; Ezekiel Hopkins, quien también escribió una obra importante sobre el tema, nos advierte de esos peligros. Ralph Erskine nos ayuda a discernir la diferencia entre la mortificación legal y la del evangelio. Por último, Christopher Love explica cómo podemos determinar si estamos o no en un estado de mortificación. Quizá sean necesarias varias lecturas para llegar al fondo de algunos de estos artículos, hermanos, pero las recompensas son abundantes.