La famosa Lorelei LaBlanc no podía creer que se hubiera despertado en la cama con aquel hombre. A partir de aquel momento:
A) No más encuentros secretos con Donovan St. James. Era el último hombre del mundo con el que querría compartir habitación y, mucho menos, cama de matrimonio.
B) Mantener una actitud profesional en todo momento. Al fin y al cabo, Donovan era un periodista avezado que siempre estaba a la caza de la última noticia, y ella era carne de cañón de la prensa sensacionalista.
C) Permanecer cerca de sus amigos, y más todavía de sus enemigos. Aunque Donovan tuviera aspecto de chico de póster, sus intenciones no eran aptas para menores.