Si no quería ir a la cárcel, tendría que hacerse pasar por su prometida
Arabella Rebel Daniels habría preferido hacer caída libre desnuda a aceptar la indignante sugerencia de Draco Angelis, pero su padre había malversado un dinero que pertenecía al magnate y ella debía saldar la deuda mediante cualquier método que Draco quisiese.
Como campeona de esquí, Arabella estaba acostumbrada a correr riesgos, pero el peso del anillo de diamantes que Draco le había dado y el ardor de sus atenciones públicas le parecían un precio demasiado alto, en especial, sabiendo que cada vez se acercaba más el momento de tener que compartir cama con él.