Quizás no haya otro tema potencialmente tan amenazador para los evangélicos como la evolución, especialmente en ciertos contextos. Es una idea que de por sí parece ya excluir a Dios. Sin embargo, muchos evangélicos han llegado a aceptar las conclusiones de la ciencia pudiendo a la vez mantener una sólida fe en Dios y la Biblia. ¿Cómo realizaron ese camino? ¿Cómo llegaron a aceptar a la vez la evolución y la fe?
Aquí se presentan las historias de un grupo de personas que aman a Jesús y valoran la autoridad de la Biblia, pero que también aceptan lo que la ciencia dice sobre el cosmos, nuestro planeta y la vida que de manera tan exuberante lo puebla.