En la obra cuentística del gran escritor peruano –género en que alcanzó la excelencia— brilla con luz propia esta colección de relatos en los que recrea en lenguaje actual los antiguos mitos y leyendas de la época de los Incas.
Basándose en la frecuentación de los cronistas coloniales y ante todo en su fecunda imaginación, nuestro autor corrigió y pulió esta obra como un alfarero, dejándola lista para su publicación cuando aconteció su temprano fallecimiento en la ciudad de Huamanga (Ayacucho), apareciendo en forma póstuma.
Abraham Valdelomar encarnó en el Perú el espíritu de la vanguardia entre los años previos e inmediatamente posteriores a la gran guerra europea de 1914-1918, tiempo en que desarrolló su fulgurante y polémica carrera literaria. “Antes de mí –dirá en ese entonces-- jamás se ocupó el público con mayor vehemencia, ni se discutió tanto, ni se atacó y defendió tanto a escritor alguno”.
Poeta, narrador, ensayista e infatigable promotor cultural, Valdelomar fue --según testimonio de su amigo Luis Alberto Sánchez-- un auténtico niño terrible:”Se nos fue terrible y niño, y desde su niñez sin ocaso continúa alumbrando hasta ahora las letras del Perú contemporáneo”.