Esta obra describe las instituciones emergentes de la democracia participativa, analizando su relación con el sistema político, lo mismo que sus fines y objetivos. Se indaga en diversas preguntas: ¿se responsabiliza más a los gobiernos y a los funcionarios electos que a las elecciones?, ¿estas nuevas instituciones sostienen o cuestionan las formas tradicionales de clientelismo?, ¿inducen a que el sistema político sea más receptivo en términos de política y toma de decisiones?, ¿cómo afectan la calidad de la voz ciudadana?, ¿la educan en las virtudes y habilidades para ejercerla con eficacia: recopilar información, deliberar, razonar públicamente, imaginar alternativas, e influir en los políticos y reguladores?