A veces las fantasías se hacen realidad...
A Kate Corrigan siempre le habían fascinado, incluso obsesionado, los piratas. Y últimamente un hombre había conseguido colarse en sus fantasías de piratas, su vecino Toby Mancini. Pero eso no tenía ningún sentido porque Toby era rígido, conservador y muy, muy correcto. Claro que un sueño era un sueño, ¿no? Lo que Kate jamás habría soñado siquiera era que su hombre aparecería en su puerta en ropa interior.