En esta historia épica de exterminio y supervivencia, Timothy Snyder presenta una nueva explicación de la gran atrocidad del siglo xx, y revela los riesgos a los que nos enfrentamos en el siglo xxi. En Tierras de sangre (Galaxia Gutenberg, 2011) Timothy Snyder exploraba lo que ocurrió en Europa del Este entre 1933 y 1945 cuando las políticas nazi y soviética provocaron la muerte de unos catorce millones de personas. Basado en nuevas fuentes de Europa del Este y testimonios olvidados de supervivientes judíos, Tierra negra presenta un análisis profundo de las ideas y medidas que permitieron lo peor de esas políticas: el exterminio nazi de los judíos. Este enfoque pionero de un crimen sin precedentes hace inteligible el Holocausto y, por tanto, aún mucho más aterrador. El Holocausto comenzó en la mente de Hitler, con la idea de que la eliminación de los judíos restauraría el equilibrio del planeta y permitiría a los alemanes lograr los recursos que necesitaban desesperadamente. Esa cosmovisión sólo podría realizarse si Alemania destruía a otros Estados, por lo que el propósito de Hitler era una guerra colonial en la propia Europa. En las zonas sin Estado casi todos los judíos murieron. Algunas personas, los pocos justos, los ayudaron sin apoyo alguno de instituciones. Las dificultades casi insuperables a las que tuvieron que enfrentarse confirman los peligros que plantean la destrucción del Estado y el pánico ecológico. Tras analizar las lecciones del Holocausto, Snyder concluye que no hemos comprendido la modernidad y hemos puesto en peligro el futuro. El siglo xxi está empezando a parecerse a los primeros tiempos del siglo xx, ya que la creciente preocupación por los alimentos y el agua trae consigo desafíos ideológicos al orden global. Nuestro mundo es más parecido al de Hitler de lo que nos gustaría admitir y para salvarlo necesitamos ver el Holocausto tal y como fue, y a nosotros mismos como somos realmente. Tierra negra nos revela un Holocausto que no sólo es historia sino advertencia.