La idea de futuro está hipotecada por las carencias y los miedos del presente. No obstante, tal vez exista un modo menos prejuicioso de mirar al tiempo que vendrá. Como antropólogo, Marc Augé estrecha relaciones con una pluralidad de lugares y tiempos, y precisamente por ello sabe reconocer los no-lugares y el no-tiempo que a diario solemos atravesar. En este ensayo sobre el futuro, Augé razona desde una perspectiva diferente: el exceso de visión, de representaciones preconcebidas, impide pensar el cambio a partir de la experiencia histórica concreta. Con una verdadera vuelta de tuerca, Augé conjuga ciencia y futuro: hace honor a ese aspecto de la ciencia que más se aparta de la arrogancia y la desmesura, y de los gastos planetarios. Sólo el cuestionamiento sistemático de las nociones de certeza, verdad y totalidad permite romper el cerco mágico que achata el porvenir en un eterno, alucinado presente.