España, 1936. Relación secreta entre tres amigos homosexuales de la burguesía en una pequeña ciudad gallega. Ernesto y Julio se quieren desde siempre y dejan al otro, Darío, arrimarse a ellos. Estalla la guerra civil. Al principio de ella Darío es nombrado comandante militar de su ciudad pero no puede evitar que Ernesto, político y poeta famoso, sea asesinado por los fascistas. Julio está en Madrid; desde allí lucha por la República y acaba prisionero. Al final la guerra, Darío, por imperativo social, se casa y tiene una hija, Amalia. Julio vuelve a su ciudad para aclarar la muerte de Ernesto con ansias de venganza. La pequeña Amalia desaparece. Darío recibe una nota: “Para que sepas en propia carne lo que es perder a un ser querido”. Pasados los años de la dictadura franquista aparece en la ciudad Celia, una moza muy bonita hija de emigrantes. Vive con su abuela y trabaja en una fábrica de Darío. Es pareja de un líder sindical y político que viene a recoger la memoria histórica de Ernesto, socialista y nacionalista. 1979. Durante la primeras elecciones de la nueva democracia española, Celia se distingue por su agresividad verbal contra Darío, metido a político. Aparece fotografiada en una manifestación contra una convención del partido de Darío. Alguien recorta el periódico, guarda esa foto y se dispone a enviársela a él con una nota: “Esa es tu hija Amalia”. Pero, de momento, no lo hace. Fin de la historia: en un barco por el mar Egeo un pasajero recuerda poemas y la figura apolínea de Ernesto en Grecia, escribe una explicación de acontecimientos de décadas pasadas, a la que junta un recorte de periódico reciente. Está por enviar todo muy lejos cuando llegue a puerto. Pero duda entre alimentar u ocultar una venganza para siempre.